Cómo preparar tu cuerpo para un tratamiento regenerativo
Nueva colaboración entre My Personal Diet Consulting y Regenera Medical Services P.
La forma en que te alimentas antes, durante y después de un tratamiento de medicina regenerativa tiene un impacto directo en cómo responde tu tejido, cuánto se inflama y cuánto duran los resultados.
Tu dieta no solo “acompaña” al tratamiento: crea el terreno interno sobre el que actúan el PRP, el ácido hialurónico y otros abordajes regenerativos.
Cuando nutrimos bien el organismo, mejoramos la calidad del plasma, del ácido hialurónico, de las membranas celulares y del propio tejido que se va a reparar. Y eso significa más eficacia, mejor recuperación y mayor durabilidad.
Desde My Personal Diet Consulting, y en colaboración con el equipo médico de REGENERA MEDICAL SERVICES P., trabajamos contigo para que tu cuerpo llegue al tratamiento en su mejor versión.
Tu tejido también se alimenta.
Los tratamientos regenerativos buscan activar la capacidad natural del cuerpo para reparar cartílago, tendones, piel o articulaciones. Para que esa activación funcione, hace falta un entorno interno con inflamación controlada, buen aporte de aminoácidos, grasas saludables, vitaminas y una microbiota equilibrada.
Las plaquetas necesitan “materia prima” para regenerar: colágeno, ácido hialurónico, proteoglicanos, membranas celulares…
Cuando la dieta es rica en ultraprocesados, azúcares y grasas saturadas, aparece la inflamación silenciosa que entorpece todo el proceso.
Cuando la alimentación es antiinflamatoria y rica en nutrientes esenciales, el cuerpo responde mucho mejor al PRP y a las infiltraciones.
En consulta trabajamos tres pilares que marcan la diferencia en los resultados de los tratamientos regenerativos de Regenera.
Pilar 1: proteína y colágeno; tus ladrillos de reparación.
- El colágeno es la estructura que sostiene tendones, piel, cartílago, ligamentos y hueso.
- Tus células lo fabrican a partir de aminoácidos como glicina, prolina o lisina, junto con vitamina C, zinc y cobre.
- Si no consumes suficiente proteína, el cuerpo simplemente tiene menos recursos para reparar, aunque el tratamiento esté perfectamente realizado.
- Los péptidos de colágeno han mostrado mejorar la síntesis de colágeno y ácido hialurónico, y pueden ser un buen complemento en algunos protocolos.
Cómo preparar tu cuerpo desde la alimentación:
- Repartir proteína de calidad en cada comida: pescado, huevo, legumbre, tofu, carnes magras, lácteos fermentados.
- Añadir alimentos ricos en aminoácidos para colágeno: caldos de huesos bien desgrasados, gelatinas sin azúcar, casquería si la toleras.
- Asegurar vitamina C, zinc y cobre: cítricos, kiwi, pimiento, frutos rojos, frutos secos, semillas.
En consulta ajustamos tus necesidades de proteína según tu peso, tu nivel de inflamación y el tipo de tratamiento que te realizará el equipo de Regenera.
Pilar 2: grasas antiinflamatorias; la calidad de tus membranas celulares.
La calidad de tus grasas es la calidad de tus células.
Los omega 3 EPA y DHA ayudan a modular la inflamación y a mejorar la respuesta inmune, mientras que el exceso de grasas saturadas y omega 6 empeora la inflamación sistémica.
Para que la medicina regenerativa funcione bien, buscamos un organismo capaz de activar la inflamación reparadora… pero sin quedarse atrapado en ella.
Recomendaciones prácticas:
- Pescado azul pequeño: sardinas, caballa, boquerones, 2–3 veces/semana.
- Aceite de oliva virgen extra como grasa principal.
- Semillas de lino, chía y nueces con moderación y según tolerancia digestiva.
- Reducir fritos, embutidos grasos, bollería y comida rápida antes y después del tratamiento.
- Evitar exceso de aceites refinados (girasol, maíz) y snacks ultraprocesados.
Según tu historia clínica, puede plantearse suplementación con omega 3, siempre coordinada con el equipo medico de Regenera.
Pilar 3: microbiota en equilibrio; tu eje inflamatorio central.
La microbiota influye directamente en tu inflamación global, tu inmunidad y tu capacidad de reparación.
Cuando está alterada, aumenta la permeabilidad intestinal y las endotoxinas pasan a la sangre, manteniendo una inflamación constante que reduce la eficacia de las terapias regenerativas.
Cuando funciona bien, el cuerpo responde mejor, se recupera más rápido y el dolor es menor.
Cómo cuidarla antes de tu tratamiento:
- Aumentar fibra fermentable: legumbres cocidas, avena, patata enfriada, plátano poco maduro, alcachofa, puerro, cebolla.
- Introducir fermentados según tolerancia: yogur natural, kéfir, chucrut o encurtidos sin azúcar.
- Reducir azúcares libres y harinas blancas.
- Evaluar síntomas digestivos (SIBO, hinchazón, intolerancias) para adaptar el plan.
En My Personal Diet Consulting integramos siempre el estado de tu microbiota en el enfoque regenerativo, porque tu intestino puede ser un aliado… o un freno.
Otros hábitos que potencian tu tratamiento:
El descanso, la hidratación y la exposición a tóxicos influyen en la calidad de tus plaquetas y en la capacidad de reparación del tejido.
Para llegar al procedimiento en tu mejor estado:
- Hidratarte bien durante el día y limitar refrescos y exceso de cafeína.
- Evitar alcohol 48–72 h antes y después del PRP o el hialurónico.
- Priorizar sueño reparador.
- Reducir estrés intenso en los días de mayor regeneración.
Cuando tu alimentación, tu descanso y tu estilo de vida se alinean, el tratamiento trabaja en un terreno perfecto.
Primera visita de nutrición clínica para pacientes de Regenera
Si vas a iniciar un tratamiento de medicina regenerativa en Regenera; o ya tienes fecha para tus infiltraciones, este es el momento ideal para preparar tu cuerpo con una estrategia nutricional clínica personalizada.
En My Personal Diet Consulting diseñamos un plan antiinflamatorio y regenerativo adaptado a TU:
- microbiota,
- nivel de actividad,
- historial médico,
- tipo de tratamiento con Regenera,
Reserva tu primera visita indicando que acudes por un tratamiento regenerativo en Regenera. Incluiremos las fases:
- preparación previa,
- apoyo durante el tratamiento,
- mantenimiento de resultados a medio plazo,
Tu cuerpo puede ser el mejor aliado del PRP, el ácido hialurónico y las terapias regenerativas. Cuidarlo antes marca la diferencia en movilidad, dolor, longevidad de resultados y bienestar diario.
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Preguntas frecuentes
¿Qué es un tratamiento regenerativo?
Los tratamientos regenerativos buscan apoyar la reparación y funcionalidad de tejidos utilizando estrategias como PRP, células o biomateriales, complementadas con hábitos saludables que optimicen el entorno del cuerpo.
Su eficacia depende de factores clínicos y del estilo de vida, por lo que la preparación integral es clave.
¿Por qué es importante preparar el cuerpo antes?
Un terreno metabólico equilibrado (inflamación baja, buen estado nutricional, sueño adecuado) favorece la respuesta tisular y la recuperación.
La preparación ayuda a reducir riesgos, mejorar la tolerancia y facilitar la cicatrización y el confort post-procedimiento.
¿Cuándo conviene empezar la preparación?
Idealmente, inicia con antelación suficiente para consolidar hábitos (alimentación, descanso, movimiento suave). Muchas personas comienzan varias semanas antes, pero el tiempo óptimo depende de tu situación.
Consulta con tu equipo clínico para adaptar el calendario según tu procedimiento y condiciones personales.
¿Qué pautas de alimentación ayudan a llegar en mejor estado?
Prioriza un patrón antiinflamatorio: verduras y frutas variadas, proteínas de calidad, legumbres, frutos secos y grasas saludables, junto con cereales integrales.
Cuida la distribución: platos equilibrados, buena masticación y regularidad en horarios para estabilidad energética.
¿Qué alimentos o hábitos es mejor evitar antes del tratamiento?
Reduce ultraprocesados, azúcares añadidos, exceso de alcohol y frituras repetidas, que pueden favorecer la inflamación.
Modera el consumo de sal y prioriza métodos de cocción suaves (horno, vapor, guisos ligeros).
¿Cómo gestionar suplementos y medicación?
No ajustes medicación ni suplementos por tu cuenta. Algunos pueden interferir con la coagulación, inflamación o cicatrización.
Habla con tu profesional para decidir qué mantener, pausar o introducir y en qué momento, según tu tratamiento específico.
¿Qué papel tienen el sueño y el estrés?
Un sueño suficiente y reparador favorece la respuesta inmunitaria y la regeneración tisular.
Integra rutinas de higiene del sueño y técnicas de regulación del estrés (respiración, paseos, pausas digitales) para llegar con mejor resiliencia.
¿Debo hacer ejercicio antes del procedimiento?
El movimiento suave y regular mejora la circulación y el estado general sin sobrecargar los tejidos.
Evita esfuerzos que irriten la zona a tratar y ajusta la intensidad según indicación clínica.
¿Qué tener en cuenta el día del tratamiento?
Sigue las indicaciones del equipo: ayuno o comida ligera si corresponde, hidratación adecuada y ropa cómoda.
Lleva tus informes y una lista actualizada de medicación/suplementos. Organiza el traslado y el descanso posterior.
¿Cómo apoyar la recuperación después?
Mantén el patrón alimentario antiinflamatorio, la hidratación y el sueño, respetando las pautas de cuidado local y actividad física.
Observa señales del cuerpo y acude a los controles. Cualquier cambio (dolor, enrojecimiento, fiebre) debe comunicarse a tu equipo.
¿Necesito un plan personalizado?
Cada persona y procedimiento es distinto. Un plan adaptado a tu historia clínica, objetivos y contexto mejora la coherencia y la adherencia.
Solicita evaluación nutricional y coordinación con tu equipo médico para alinear tiempos, pautas y seguimiento.

