Conozcamos a las vitaminas: Vitamina C, ácido ascórbico

Los primeros exploradores tanto de la tierra como del mar, al pasar los días se enfermaban por una enfermedad que se conoce como escorbuto: que producía hemorragias a nivel de dientes y piel, anemia y debilidad general. Y aparecía en el momento que se terminaban las provisiones de frutas y verduras frescas. Ya en 1497 en la viaje de Vasco de Gama alrededor del Cabo Buena Esperanza perdió por esa enfermedad dos terceras partes de la tripulación.

La vitamina C existe en dos formas, ácido ascórbico y ácido deshidroascórbico, aunque la mayoría de la vitamina existe como ácido ascórbico. Las funciones bioquímicas específicas de la vitamina C no están completamente definidas, pero la molécula parece participar en varias reacciones, en su mayoría involucradas en la oxidación. Como tal, la vitamina C participa en:

  • La hidroxilación de la prolina e hidroxiprolina, y de la lisisna a hidroxilisina. Por consiguiente en la deficiencia de la vitamina C se produce alteración de la síntesis del colágeno.
  • La vitamina C también participa en la síntesis de carnitina, tirosina, hormonas suprarrenales y aminas vasoactivas, así como en el metabolismo microsomal de fármacos, la función de los leucocitos, el metabolismo del folato y la curación de las heridas.

La vitamina C es un antioxidante que ayuda a luchar contra los radicales libres pero también es una vitamina multifuncional muy importante. Las propiedades antioxidantes de la vitamina C ayudan a eliminar los radicales libres, a demás ayuda a tener una piel, tejidos conjuntivos, músculos y órganos sanos, también forma parte de las enzimas y ayuda a la capacidad de unión de los glóbulos rojos. Facilita la función suprarrenal, que es importante porque ayuda al organismo a soportar tensiones de todo tipo. También contribuye a la regeneración de la forma reducida de la vitamina E.

La vitamina C tiene una función esencial en la formación del colágeno. El colágeno es una de las sustancias más presentes en nuestro organismo porque es la más abundante de la fibras contenida en el tejido conjuntivo. El colágeno es una sustancia adhesiva que mantiene unido al organismo. Es el tejido que sostiene los músculos al esqueleto, la piel a los músculos y lo mantiene todo ensamblado. Tiene una gran resistencia a la tensión y es una proteína fibrosa y rígida que es el constituyente principal del tejido conjuntivo: cartílagos, tendones, ligamentos, piel y vasos sanguíneos. Sin vitamina C, la formación de colágeno se alteraría y causaría una gran variedad de problemas.

Otra de las funciones de la vitamina C es la colaboración con el sistema inmunológico en dos de sus funciones básicas: estimular la producción de glóbulos blancos que son las defensas de nuestro organismo y estimular la producción de anticuerpos.

La vitamina C es la que se encarga de facilitar la absorción del hierro, sobre todo el de origen vegetal en forma no Hemo: cereales, judías, lentejas, hortalizas, la fruta, frutos secos y las semillas.

Su absorción parece producirse en la región distal del intestino delgado, mediante un sistema de transporte activo dependiente del sodio. Parte del ácido ascórbico también puede absorberse lentamente mediante difusión simple. Normalmente se absorbe entre el 80 y 90% de la ingesta dietética de vitamina C (hasta 100 mg/día).

Al parecer existe una interacción entre la vitamina C, el hierro y el cobre, que influye en la función normal del hemo a través de la oxidación-reducción del hierro, o regulando la absorción de hierro y la biodisponibilidad a nivel intestinal o ambos. La absorción del hierro no hemo de la dieta puede aumentarse cuatro veces o quizás más con la ingesta simultánea de entre 25-75 mg de vitamina C.

 


Las CDR de vitamina C  en la siguiente tabla presentaremos las recomendaciones que se hacen en Recommended Dietary Allowances. Food and  Nutrition Board, National Academy of Sciences-National Research Council, revisada en 1989, Diseñada para mantener una nutrición adecuada de la población sana de Estados Unidos y las de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) en su libro: Guias alimentarias para la población española

Recommended Dietary Allowances. Food and  Nutrition Board, National Academy of Sciences-National Research Council Valores dietéticos de referencia para la población española,
Bebes de 0 a 5 meses: 30 mg/día

                5 a 1 año.     35 mg/día

1 – 3 años:  25 mg/día

Niños: de 1 a 3  años:  40 mg/día

                 4 a 6  años:  45 mg/día

                 7 a 10 años: 45 mg/día

4 a 6 años: 25 mg/día

7 a 10 años: 60 mg/día

Varones: 11 – 14 años  50 mg/día

                15 – 18 años  60 mg/día

A partir de  19 años      60 mg/día

11 a 14 años: 60 mg/día

15 a 17 años: 60 mg/día

A partir de 18: 200 mg/día

Mujeres  11 – 14 años  50 mg/día

                15 – 18 años  60 mg/día

A partir de  19 años      60 mg/día

11 a 14 años: 60 mg/día

15 a 17 años: 60 mg/día

A partir de 18: 200 mg/día

Gestantes                       70 mg/día

Gestantes 60 mg/día

Lactancia primer semestre 95 mg/día

Lactancia segundo semestre: 90 mg/día

Lactancia: 70 mg/día

Tenemos que recordar que la vitamina C no se almacena de forma orgánica, esto explica la necesidad de un aporte diario. Distintos estudios epidemiológicos y biodisponibilidad sitúan este aporte sobre unos 100 mg/d.

Cuando hablamos de requerimientos debemos recordar que los requerimientos de la vitamina C se verán incrementados en:

  • Los fumadores hasta en un 50% más.
  • Las mujeres que  utilizan los anticonceptivos orales  ya que estos disminuye las concentraciones plasmáticas de ácido ascórbico,
  • También existen estudios donde sugieren que los individuos de edad avanzada pueden tener mayores requerimientos de vitamina C,
  • Aquellas personas que trabajan en un ambiente caliente donde se ve incrementado su excreción urinaria.

La vitamina C pertenece al grupo de las vitaminas hidrosolubles, es decir las que son solubles en el agua, y además es destruida muy rápidamente por el calor, oxidación y en medios alcalinos.

Existen cantidades relativamente grandes de esta vitamina en la mayoría de las frutas: acerola, fresas,  grosellas, cítricos, tomates, en diferentes verduras: pimientos verdes, brócoli, perejil, rabano, nabo, coliflor, repollo, etc.

También podemos encontrar vitamina C en alimentos de origen animal como pueden ser: hígado, riñon, leche y carnes.

Curiosidad: ¿Sabías que la acerola verde (no madura) ofrece los niveles más altos de vitamina C, 25 veces mayor que las naranjas, expresado en términos ponderales?

Se pueden realizar evaluaciones para determinar la concentración de ácido ascórbico en suero o plasma, para determinar los niveles de vitamina C, una concentración de vitamina C en suero de 0.2 – 0.3 mg/ indican una ingesta baja o inadecuada de vitamina C. Los niveles inferiores a 0.2 mg/dl indican déficit de vitamina C.

Una de las primeras enfermedades conocidas como carencia de vitamina C fue el escorbuto. El escorbuto está asociado con un déficit de la síntesis del colágeno, que se demuestra por folículos pilosos impactados, el pelo en forma de tirabuzón, incapacidad de curación de las heridas, defectos en la formación de los dientes, rotura de capilares que produce petequias perifoliculares,   hemorragias puntiformes alrededor de los folículos pilosos y grandes áreas de hemorragia dérmica. El escorbuto puede asociarse también con la pérdida de piezas dentales, gingivitis y anemia.

Aunque se ha informado que las megadosis de vitamina C tienen efectos beneficiosos sobre el resfriado común y que aumenta la resistencia a varias enfermedades, se debe ser prudente. Para la mayoría de los individuos, el ácido ascórbico tiene una baja toxicidad y puede tolerarse una ingesta excesiva.

Dentro de los efectos adversos podemos encontrar: diarrea, incremento de la excreción de ácido úrico, hemólisis en pacientes con deficiencia de la glucosa-6-fosfato deshidrogenasa de eritrocitos, y oxaluria en pacientes con insuficiencia renal crónica.

Las grandes dosis  pueden interferir con los análisis de glucosa en orina dando falsos negativos con el método de la glucosa-oxidasa, falsos positivos con reactivos de cobre, dar un resultado falso negativo en los análisis de sangre oculta en heces e interferir con los tratamientos anticoagulantes: heparina y warfarina).

Las grandes dosis de vitamina C deben evitarse en individuos con hemocromatosis u otras enfermedades por depósito de hierro. La vitamina C aumentará la absorción y movilización del hierro, y facilita el ciclo de la oxidación reducción del hierro, generando radicales libres que pueden llegar a producir lesiones celulares.

Este es un articulo orientativo, no sustituye a la consulta con su nutricionista.

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